Desde hace algunos años, la tuta del tomate se ha convertido en una de las plagas que más daños ha causado en las plantaciones de los horticultores dedicados al tomate. Aunque sus efectos se pueden encontrar en cualquier lugar de la geografía española, algunas de las zonas en la que esta plaga se encuentra con mayor frecuencia es el litoral mediterráneo, Andalucía o las Islas Baleares.

Precisamente, en estas dos últimas zonas, la tuta del tomate ha hecho especial acto de presencia durante los últimos meses. Entre las razones de su expansión encontramos principalmente dos motivos. En primer lugar, por la evolución de la polilla que la causa, la cual está mostrando una mayor resistencia a algunos insecticidas. En segundo lugar, por los inviernos más suaves que estamos experimentando debido al cambio climático, lo que provoca unas temperaturas más adecuadas para su supervivencia.

Qué es la tuta del tomate

La tuta del tomate es una enfermedad causada por una polilla que provoca daños a la totalidad de la planta, de ahí que también se conozca a la enfermedad como “tuta absoluta”.

Esta polilla, cuando está en forma de una pequeña oruga, se mueve por las hojas de la planta, buscando el punto ideal para penetrar en ellas y crear galerías en las que alimentarse. Precisamente al alimentarse es cuando perjudica a la planta ya que va devilitándola a medida que produce más y más galerías. En consecuencia, provoca que las partes afectadas se sequen y que crezcan nuevas flores y frutos.

Medidas de prevención

Evitar que la tuta del tomate afecte a tus cultivos puede llegar a ser una difícil tarea. Sin embargo, existen algunos trucos y consejos que pueden reducir la probabilidad de vernos afectados por esta plaga.

Rotación de cultivos

La rotación de cultivos es una de las medidas más eficaces para combatir la tuta del tomate. No obstante, al mismo tiempo es una de las que más trabajo implica.

La principal razón de llevarla a cabo es que, al cambiar el tipo de cultivo de forma periódica por uno más resistente a esta plaga, nos aseguramos de que las polillas no tengan alimento en el siguiente ciclo de cultivo. Gracias a ello, es más fácil acabar con la plaga en nuestros cultivos.

Eliminación de las partes afectadas

Una forma de combatir la plaga cuando ya está presente en los cultivos es eliminar y retirar las partes de la planta afectada. Para ello, una observación periódica y un seguimiento del estado del cultivo es fundamental.

Además, a la hora de la revisión, también es importante tener en cuenta que no solo afecta a la hoja y el fruto, sino que también puede estar presente en el tallo.

Fortalecer la planta

Como en muchas otras plagas, la tuta del tomate afecta sobre todo a las plantas más débiles. De este modo, cuanto mejor estado tengan las tomateras, habrán menos posibilidades de que sean atacadas.

Para ello, una forma de conseguirlo y ayudar al cultivo a alcanzar su estado óptimo es la utilización de soluciones para hortícolas de fruto.

Aplicar insecticidas efectivos

Para complementar las medidas anteriores y combatir aquellos cultivos en los que la plaga se haya extendido, siempre existirá el recurso de la utilización de insecticidas. Eso sí, a la hora de utilizarlos, asegurate de aplicar un producto efectivo contra esta oruga ya que, como hemos comentado anteriormente, en los últimos años ha desarrollado cierta resistencia contra este tipo de productos.

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